Seguí el vuelo de las gaviotas que, sobre el mar, hacían acrobacias con sus alas extendidas; bajaban casi rosando el agua, para después remontar el vuelo hacia el lejano horizonte. Una y otra ves repetían el mismo juego, su belleza era inigualable. Contemplando el hermoso espectáculo pensé en ti. Retrocedí en el tiempo, cuando tú deseabas ser como una gaviota, para con tus alas extendidas, alcanzar la libertad de nuevos horizontes, nuevos mundos que descubrir, nuevas inquietudes que realizar, donde aquellos sueños tal vez se hicieran realidad...
De pronto la realidad me devolvió de mis pensamientos, una de las gaviotas se separó de la bandada y cayó en picado y sus hermosas alas, aquellas alas que alcanzaron horizontes inimaginables, se hundieron poco a poco en las profundas aguas del océano. Seguí pensando en ti...
Loli
sábado, 9 de julio de 2011
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Muchas veces fuimos como gaviota
ResponderEliminarbuscando en el aire nuevos horizontes,
pero ya nuestras alas están muy rotas
y nos hundimos en las aguas o allá en el bosque.