A veces un poema es como un grito.
Otras veces un poema es la oración.
Y tantas veces el poema fue palabra,
de como señalar al opresor.
Hoy que todo parece cristalino
seguimos cayendo en tentación,
a veces se nos escapa un grito
señalando errores u omisión.
Que la fuerza no selle la palabra.
Que otras palabras no nublen la razón.
Que nuestro poema sea una oda a la justicia,
la libertad, la convivencia y libre expresión.
¡Por mi democracia!
Anny
domingo, 15 de mayo de 2011
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La fuerza de tu poema
ResponderEliminarsea la fuera del amor
que inspire a los gobernantes
a gobernar con justicia,
sabiduría y pasión.
¡Por la democracia y el respeto a los pueblos!
No lo veo tan cristalino
ResponderEliminardifícil la solución,
no hicieron bien los deberes
y debemos un montón.