Odio este amigo que me atrapa y me llama,
que controla mis nervios, mi temple y mi mente,
que va tras mis pasos, mi tiempo y mi calma.
¡Y cuanto me cuesta decirle adiós para siempre!
Tres días llevo sin fumar y me persigue,
consciente de que soy débil en su trato,
porque alivió conmigo muchas crisis
y me hizo compañía en muchos ratos.
Pero se que debo ya de despedirme,
de mirar hacia otros horizontes,
de tomar a la vida desde arriba
y no refugiarme en nada que lo embote.
Cuando te eche de menos, caminaré.
Cuando note tu falta, iré a nadar.
Cuando mis manos vaya a tocarte, ¡escribiré!,
por eso que hoy escribo sin parar.
¡Nunca sabrás cuanto te hecho de menos!
Sin embargo, no quiero verte más.
Anny
martes, 3 de febrero de 2009
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Quisiera que fueras fuerte,
ResponderEliminarquisiera que resistieras,
quisiera conmigo tenerte
para poder darte fuerzas.
Que sepas que aquí me tienes,
siempre cuando tu quieras,
para olvidar y sentir
de nuevo, VALIÓ LA PENA.
Si quieres consejo médico,
si consejo amigo deseas,
si quieres tambien mi cariño
de ese, coge el que quieras.
ANIMO,GUAPA.
Tu sobrina, la mayor, la médico.
Olé, Olé y Olé! Que salero tienes para escribir.
ResponderEliminarEs muy buena, si señor!
Ánimo en tu lucha, será difícil pero si lo deseas de corazón y le pones fuerza de voluntat, lo conseguirás.
Por favor no te eches a fumnar de nuevo porque no queremos que nos prives de tus poesías.
Manuel, Ani , Montse